El fujimorismo vuelve a desafiar la memoria de los peruanos

El fujimorismo vuelve a desafiar la memoria de los peruanos al permitir las polémicas declaraciones del subsecretario general de Fuerza Popular, Miguel Torres, quien aseguró que la prioridad de su eventual plan de gobierno será la seguridad ciudadana.

Torres no solo afirmó que “no dudarán en aplicar la misma receta de los años 90” para combatir la criminalidad, sino que además comparó la actual crisis con un supuesto “terrorismo urbano” que, según él, exige medidas firmes y autoritarias.

Sin embargo, esas palabras reavivan los peores recuerdos del régimen fujimorista, responsable de graves violaciones a los derechos humanos cometidas bajo el pretexto de restablecer el orden y la autoridad del Estado. Los peruanos no han olvidado que, en nombre de esa “mano dura”, se perpetraron crímenes de lesa humanidad, se aniquilaron libertades y se impuso un modelo de poder basado en el miedo y la impunidad.

Hoy, al invocar nuevamente ese discurso de “autoridad”, el fujimorismo no solo demuestra su incapacidad de autocrítica, sino también su persistente desprecio por la memoria histórica y por los derechos de los ciudadanos. La seguridad no puede construirse sobre los mismos métodos que en el pasado vulneraron la vida, la privacidad y la dignidad de millones de peruanos.