Actividad minera en Qoyllurity afectará flujo turístico al Santuario

La congresista Verónika Mendoza dio a conocer que ha tomado contacto con pobladores de comunidades campesinas de Pitumarca y Ocongate quienes denuncian que la empresa canadiense Minquest Perú S.A.C. está realizando exploración minera en el Apu Ausangate que podría poner en riesgo la tradicional peregrinación al santuario del Sr. de Qoyllurit’i, afectando además el frágil ecosistema de la zona que es cabecera de cuenca y donde habitan especies vulnerables de fauna  como cóndores, vicuñas, vizcachas, etc.

 “Los comuneros de la zona nos dicen que de manera inconsulta Minquest Perú está abriendo trochas carrozables y realizando exploración minera. Nos alertan también de que está ingresando maquinaria de mineros informales. Es importante recordar que para realizar cualquier tipo de actividad en territorios de comunidades campesinas debe haber consulta previa. Tampoco vamos a permitir que se afecte la peregrinación al Señor de Qoyllurit’i y al Apu Ausangate que son sagrados para nosotros”, señaló la legisladora cusqueña.

Mendoza comunicó que ha pedido información al Ministerio de Energía y Minas así como a la Dirección Regional de Energía y Minas Cusco acerca de las concesiones y eventuales autorizaciones otorgadas en la zona. «He solicitado también que el Ministerio de Cultura se pronuncie dado que la peregrinación del Señor de Qoyllurit’i ha sido declarada patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO. La actividad minera en la zona afectaría además el flujo turístico al Santuario del Sr. Qoyllurit’i que se estima en más de 10 mil peregrinos entre nacionales y extranjeros”, señaló.

Mendoza, quien es autora de un proyecto de ley de ordenamiento territorial que busca precisamente ordenar y armonizar las actividades económicas en el territorio nacional de manera concertada para lograr un desarrollo sostenible y evitar la conflictividad social, señaló que “este tipo de circunstancias nos lleva a preguntarnos qué tipo de desarrollo queremos. Queremos un desarrollo planificado, con ordenamiento territorial y diálogo con la población, no queremos intervenciones desordenadas que ponen en riesgo nuestro desarrollo sostenible, nuestra cultura e identidad», finalizó la congresista.