No funcionó «acta» del Minedu ni la vinculación con el Movadef

Escribe: Jaime Antezana Rivera

El «Acta de Acuerdos» entre el Ministerio de Educación y cuatro bases regionales, firmada casi a la media noche (11.30 pm) del martes 8 de agosto con el mismo contenido que fue firmado con los gobernadores regionales y como una maniobra para quebrar la huelga, se cayó. No funcionó.
Así es. Con excepción de Ernesto Meza, dirigente regional del Cusco, quien si reconoció públicamente haber firmado y ha provocado una discusión entre los profesores de esa región, los demás dirigentes que firmaron el «acta» negaron o rechazaron haber firmado.

El dirigente regional de Pasco, debido al rechazo masivo de sus bases, rechazo su firma; en cambio, el dirigente de Lima provincias, desconoció haber firmado; y, en el caso de Lambayeque, por el rechazo general de los maestros, el sub secretario regional de lucha asumió la conducción de la huelga en esa región.
En efecto, con una mezcla de incertidumbre e indignación, la mayoría de bases regionales han decidido continuar con la huelga nacional indefinida. En consecuencia, la maniobra del Minedu no funciono. No logro su objetivo: dividir o romper la protesta que involucra, ahora si, a la totalidad de regiones.

La foto solitaria de la ministra con Ernesto Meza (Cusco), que salio en todos los medios de comunicación y por las redes sociales, era el preludio de lo ocurrido. Y, por lo furtivo y unilateral del acto, he merecido la condena nacional. En el Cusco, y más aún fuera, Meza ha recibido el calificativo de «traidor».
Pero no solo se cayó la maniobra del Minedu. También no funciono la enorme campaña mediática de vincular la huelga nacional de profesores al Movadef o Conare. ¿Porque no funciono? Por un razón objetiva: los profesores se plegaron a esta huelga por superar la postración económica en la que se encuentran.

Por esa razón, que es la base para su necesaria reivindicación profesional, miles de profesores se sumaron a la huelga. Es muy simple: no puede ser que sean los profesionales peor pagados del país. ¿Es aceptable que un profesor gane entre 1 200 a 1500 soles mensuales? Obviamente, que no. Eso fue lo que impulso, no las pugnas políticas, la configuración de la huelga nacional.
Las pugnas políticas existentes en el magisterio no movilizan a decenas de miles de profesores a salir a las calles. Ello es un asunto de pequeñas organizaciones. De camarillas. La mayoría permanece al margen de esas pugnas. Hay liderazgos independientes y miles de profesores que no tienen nada que ver con esas dinámicas.
Por eso, no funciono la asociación de la huelga con Movadef o Conare. Eso no entendieron, ni entienden hasta ahora, quienes jugaron a sobredimensionar el papel del Conare-Movadef en la huelga, al punto de que la mayoría de profesores independientes sintieron que los sindicaban como «terroristas». Ahí se dieron la mano el CEN del SUTEP y el Ministerio del Interior.

Entiendan de una vez: los miles de maestros vieron en esta huelga que arranco en el Cusco y se fue ampliando a otras regiones, una esperanza para salir de la postración económica y abandono en el que se encuentran desde hace décadas. Para ellos, el CEN del SUTEP tiene responsabilidad, que no quieren reconocer, de esa situación.
De ahí el rechazo a dichos dirigentes. Ahora, que el Movadef o Conare-Movadef esta presente en la huelga es un hecho inocultable e inobjetable. Lo están desde la creación de esta organización gremial. Que quieren mayor posesionamiento y la conducción del magisterio es, también, cierto. El asunto es con que objetivos.
Aquí hay diferencias de interpretación. La mayoría cree que el Movadef, pese a que intentaron inscribirse para participar en las elecciones de 2011 y 2016, busca volver al «terrorismo» y «violentismo» que practico Sendero Luminoso. Y que insistirá en inscribirse para las elecciones generales del 2021. Es decir, que estamos ante un proyecto electoral. No un proyecto de guerra.
¿Como derrotamos a un senderismo que quiere ser parte de la vida política legal con amnistía y sin memoria? Lo tenemos que derrotar, no persiguiéndolos o encarcelándolos por sus ideas y su accionar sin acciones terroristas, en el terreno político e ideológico. Ese es el terreno en el que tenemos que dar cuenta con el Movadef.
Y eso pasa por incorporarlo al sistema democrático y la participación en las elecciones, el terreno político por antonomasia y el principal antídoto para cualquier proyecto violentista. Aplicado a la huelga nacional de los profesores, no se puede impedir que ingresen los dirigentes de las bases regionales del Sutep, sean o no del Movadef.

O no recibir a los dirigentes del Comité de Lucha porque la prensa ha resucitado a Puka Llacta, organización que ya no existe. Y, en su lugar, recibir a dirigentes «seleccionados» por el Ministerio del Interior. Eso seria un grave error. En cualquiera de estas circunstancias las consecuencias seran funestas para el gobierno. Basta con mirar las calles para darse cuenta de lo que puede pasar.
La huelga adquirió dimensión plenamente nacional cuando, hace dos días, el presidente PPK anuncio que dialogara con los dirigentes de las regiones en huelga. En ese escenario, las regiones, particularmente Lima y Amazonas, que no habían participado de la huelga, se plegaron masivamente. Y, pese a la posible baja del Cusco, la huelga esta fuerte en las regiones.

Señor PPK: su gobierno es tan débil y desatinado que no debe cometer errores cuando se tiene un movimiento nacional que ha logrado paralizaciones regionales (Ayacucho, Apurímac, Puno) y cumpla su palabra de dialogar con los dirigentes de las bases regionales en huelga. No se genere mayores problemas dialogando con quienes no tienen la representación nacional del magisterio.
Recuerde el paro magisterial de 1978.