¿Manipulados por el Movadef o luchando por su reivindicación profesional?

Por: Jaime Antezana Rivera.
Los hechos hablan por sí solos. Vean las imágenes de la marcha de los profesores en huelga indefinida. Es multitudinaria y heterogénea, es decir de casi todas las regiones del país. El mar humano es denso y abigarrado. Es una marcha post dialogo de PPK: con el CEN del Sutep, que no representa a los profesores en huelga y, en paralelo, con pocas bases regionales (Cusco, la base más importante).

¿Esta multitudinaria movilización de docentes la dirige Movadef o el senderismo y sus organismos autogenerados (Conare, Fendep)? ¿Los miles de profesores que marchan por las calles del centro de Lima, cuyo epicentro es la plaza San Martín, están manipulados por el senderismo? Afirmar que los miles de profesores están dirigidos o manipulados por Movadef/Sendero es una simplificación de la realidad. Veamos.

Es, debido ha que es inocultable la presencia (no infiltrados, porque desde que nació el SUTEP están ahí) de miembros del ex Conare o Movadef, un error monumental estereotipar o sindicarlos de «terroristas» a los miles de profesores que exigen -ahora, no después- su reivindicación laboral y profesional. Eso es lo que los impulsa a movilizarse por las calles de Lima. Y les ha indignado que los consideren «terroristas».

Por eso, el enorme despliegue mediático realizado con ese propósito no funciono. La prueba es que cuando se divulgo, el domingo pasado, la información de que cerca a 5 mil profesores habían firmado para que el Movadef -esto es importante tenerlo en cuenta- se inscriba en el JNE para participar, que les fue negada, en las elecciones de 2011, no logro dividir más de lo que ya estaba la huelga.
Una digresión al respecto. La firmas eran para la inscripción legal del Movadef. Es para participar en la vida política legal. No para volver al violentismo o terrorismo, como la mayoría de peruanos teme. Otra cosa es que no los hayan aceptado. Por esa razón, no es un delito que hayan firmado por el Movadef. Ni los convierte en senderistas o «terroristas». Este temor fue muy explotado.

Es, por otro lado, como entregarles en bandeja a los miles de docentes al Movadef. Eso tampoco es posible que ocurra porque los profesores, pese estar mal pagados y capacitados, conocen al Movadef y, sobre todo, a sendero. En el magisterio todos saben quien es quien. No necesitan que nadie les informe. El asunto radica en no abandonar a los sectores democráticos e independientes. Ellos son la mayoría.
Es, por último, asignarle al Movadef o Conare una dimensión que no tiene. Los informes sobre su presencia en las bases regionales coinciden que tienen representación en ocho regiones. Eso contrasta con las regiones que se han plegado a la huelga nacional indefinida: alrededor de 21 regiones en grados diferentes entre si. A ello hay restar al Cusco y otras tres regiones que salen de la huelga.

Corolario: no hay que simplificar lo que esta pasando en la huelga nacional de los profesores. Eso implica no subvalorar la racionalidad política de los miles de profesores que ven en esta huelga una oportunidad para su reivindicación salarial y profesional, no hay asociarlos o estereotiparlos como «terroristas», ni entregarlos a un Movadef sobre dimensionado mediáticamente, pero muy activo social y políticamente.

En ese sentido, el presidente PPK cometió un error garrafal de no recibir a los dirigentes de las bases regionales que protagonizan la huelga nacional. Es la peor forma de «entregar» a los miles de profesores a los discursos «radicales» del Movadef. El Estado tiene que saber aislar a estos sectores pero haciendo política. Hacer política es dialogar con las bases regionales del Sutep y atender sus demandas.
Y, por lo que se ha visto, entender al senderismo post terrorismo (1980-1993). Este es un debate que se tiene que dar en el país. Porque hay escasa reflexión o la negativa a analizar lo que significa la apuesta del Movadef/Sendero por participar en los procesos electorales. Todos creen, como un axioma, que están «acumulando» fuerzas para volver al terrorismo. Que se abra el debate.