Regimen de Boluarte y Fujimorismo son cómplices del crimen

En tan sólo unas horas extorsionadores balean a chofer en Comas y un profesor en ATE es asesinado delante de sus alumnos.
El envalentonamiento del crimen es la consecuencia directa de un gobierno y un congreso cómplices con el crimen. Cómplices en las política que implementan y cómplices por el modelo que defienden. Un modelo que tiene a la desprotección de la ciudadanía como una seña de identidad. Es un modelo que garantiza el cuidado de los privilegios de unos pocos y la desprotección de la mayoría. Por eso el crimen es su hijo.

Por eso deben irse todos. Pero cómo llevamos diciendo hace demasiado tiempo, cuando decimos “que se vayan todos” nos referimos a “que se vaya todo esto”. No es una cuestión de cambiar figuritas repetidas en un álbum exactamente igual. No es una cuestión que se resuelve electoralmente porque no es una crisis electoral ni de representación, es un SISTEMA entero en crisis. Es una crisis sistémica. Por eso el foco está tanto en quienes avalan ese sistema como en el sistema en sí. Para poner fin al crimen, como bien dicen en las calles nuestros hermanos y hermanas, hay que poner fin a los criminales que nos gobiernan. Y por ello hay que poner fin al modelo criminal sobre el que se construye el país.

El régimen del 23 es todo esto: ilegitimidad, incapacidad, mafia, corrupción y neoliberalismo. Desde el inicio no era democracia, como bien señaló en las calles el Perú movilizado frente a la academia silenciosa y ciega. Y la falta de democracia expresada en una dictadura de poderes que se reparten el país y que discriminan a la mayoría es también garantía de caos y violencia contra esas mayorías populares. El régimen del 23 sólo puede sobrevivir desde esa exclusión de los más. Por eso se impuso con sangre y bala matando a más de 50 peruanos y sigue hoy subsistiendo con un brazo criminal que también mata a la vista y paciencia cómplice de esa dictadura que tiene más en común con los criminales que con su pueblo. El crimen que vemos estos días es indisociable del Régimen del 23 que nos gobierna.

Por. Laura Arroyo