Chaccu de vicuñas en las alturas de la provincia cusqueña de Canchis

A 5 mil 300 metros de altura, la Asociación Sibina-Sallma, en el distrito de Sallani, provincia cusqueña de Canchis, realizó el «chaccu» de vicuñas, una tradición prehispánica que se mantiene viva para preservar la especie.

Esta costumbre permite esquilar a las vicuñas sin dañarlas para vender su fibra, que es actualmente la más cara y exclusiva del mundo. De esta manera, las comunidades monitorean a los auquénidos, curan sus heridas, les suministran medicamentos contra la sarna, y las mantienen a salvo de cazadores.

Durante el «chaccu», los comuneros se organizan en filas, extendiendo largas sogas con banderillas de colores. A un extremo y otro de la montaña, todos se ocultan y luego salen al encuentro de las vicuñas para ahuyentarlas, y hacerlas correr hacia un corral metros más abajo. Luego del esquilado, las liberan para que retornen a los apus en la Cordillera del Vilcanota.

Las vicuñas son un símbolo nacional del Perú y viven libres en paisajes de altura. Las comunidades organizadoras del «chaccu» a nivel nacional están autorizadas para vender su fibra a más de US$ 300 el kilo, bajo supervisión del Ministerio de Agricultura. A cambio de ello, el dinero debe ser invertido en la protección de los ecosistemas donde viven las vicuñas, en la capacitación de los comuneros para preservar la especie, o en proyectos que beneficien a las propias comunidades.

En todo el departamento de Cusco viven alrededor de 25 mil vicuñas, bajo protección del Estado y de las comunidades altoandinas.

(*) Imágenes realizadas en el marco del proyecto Educomunicación contra el cambio climático, de Unión Europea en el Perú, Asociación Calandria y Tejiendo Sonrisas, que busca sensibilizar a la ciudadanía en su rol activo para proteger el medioambiente.

Fotografías: Karen Espejo