Enfermiza actitud de venganza
martes, 7 julio, 2015
Hay que ser cobarde para disfrutar del llanto de una mujer. Creo, solo un mediocre es capaz de encapricharse en una obstinada posición a cambio de alimentar una enfermiza actitud de venganza, ensimismada en una miseria humana que solo refleja, de cuerpo entero, la real personalidad de un ser.
Lo ocurrido con la periodista y trabajadora municipal de Santiago, Yeshica Carrión Pacheco, no solo demuestra la insuficiencia mental de quien o quienes la humillan, también evidencia un reconcomio desquiciado y una frenética postura irracional, típica de quienes creen tener la potestad de afectar los derechos de otros.
A estos señores, abusivos, hay que recordarles que vivir en un estado de derecho significa respetar y cumplir las resoluciones judiciales, y la que ampara a la trabajadora, repuesta judicialmente, restituye en el cargo de técnica de Relaciones Públicas. (Causa 140-2007, tramitada en la vía Contenciosa Administrativo ante el Juzgado Mixto de Santiago).
Significa esto señor Sotomayor, que la trabajadora, a quien tanto odia y desprecia, es competente para el cargo al que fue repuesta judicialmente, y no para otras actividades, artes u oficios a los que pretende destacarla desde la jefatura de personal de su municipalidad.
En consecuencia, es arbitrario e ilegal pretender que dicha trabajadora sirva a la Municipalidad de Policía Municipal o chofer de volquete en la Unidad de Maquinaria Pesada, cuando no es competente para realizar esas actividades. Busque a otra persona, preparada, para hacer esa labor y deje de lado su faceta oscura de odio, rencor y venganza.
Que puede ser destacada a la comunidad de Occopata, sí. Pero, le pregunto, ¿en esas condiciones? ¿Qué actividad de relaciones públicas cumplirá en ese lugar? En esa zona, señor alcalde, se necesita trabajar con proyectos de inversión social para reducir la pobreza, desnutrición infantil, muertes maternas, fomentar proyectos de saneamiento, agua, desagüe, electrificación e irrigación.
Así que no me venga con su triste y mediocre discurso de que la abandonada agencia municipal de la Occopata necesita una relacionista pública, cuando está demostrado que ella le será útil haciendo su trabajo en la ciudad que en el campo. ¿O es que no vio el último sondeo y el nivel de desaprobación que tiene?
Amigos de la Municipalidad de Santiago, trabajen. ¿No les da vergüenza tener calles abandonadas y ahuecadas? ¿No sienten encogimiento cuando la delincuencia e inseguridad ciudadana campean en su jurisdicción? Discúlpenme, pero hasta ahora siento que no han hecho nada, excepto embolsillarse cuantiosos recursos económicos provenientes del gasto corriente.
Carlos Carrillo Berveño