Vraem: La «Nueva estrategia» y el «Rebrote Terrorista» modo Sacha (falso)

Escribe: Jaime Antezana Rivera

La «alianza» entre el «etnocacerismo» de Sacha y el «sendero luminoso» Víctor Quispe Palomino, alias «José», producto de un plan de inteligencia para capturar a éste último término en manos del fujimorismo para asociarlo con Antauro Humala, fracaso. Ese capítulo del plan -que todos los informes sobre las dos emboscadas del 7 y 11 de junio fuera y dentro del Vraem omiten- es necesario retener en la memoria.

Así fue: las fotos de esa «alianza» entre «José» y «Sacha», como es de conocimiento público, fueron presentadas a los medios de comunicación por el «ilustrado» congresista fujimorista Octavio Salazar. Sí, el mismo de los «pishtacos». Sin embargo, nadie -ni en ese momento ni ahora- se preguntó cómo esas fotos llegaron a manos de uno de los ínclitos representantes del fujimorismo.

¿Quién saco las fotos de «José» Sacha sellando esa «alianza» entre el etnocacerismo» y el «sendero luminoso» de «Jose»? Hoy lo sabemos: fue Sacha, convertido en «colaborador eficaz», con un grupo de «reservistas tahuantinsuyanos»,el hombre clave del plan de inteligencia para capturar al jefe del clan Quispe Palomino (pronto saldrán algunas referencias de quienes manejaron ese plan).

Pese al fracaso de la utilización política del aludido congresista fujimorista, el plan de inteligencia continúo: según fuentes confiables consultadas, el vídeo de «Helena» o Vilma, su verdadero nombre, hablando sobre las «mujeres militarizadas» y la «nueva ola de la revolución proletaria», difundido por los medios también lo saco Sacha y sus huestes de Vizcatán en el Vraem.

Posteriormente, el mes de mayo pasado y sin mayor repercusión mediática, salió otro vídeo donde se puede ver y escuchar a «José» realizando -con un fondo de banderas rojas con la «hoz y el martillo» del «Militarizado Partido Comunista del Perú- un «análisis internacional» sobre las «contradicciones entre las superpotencias superimperialistas». Y, en el caso peruano, sobre la continuación de la «guerra popular democrática» o «revolución democrática». Obviamente, este vídeo también lo habría traído Sacha de Vizcatán en su último viaje a esa zona.

El último vídeo, según fuentes consultadas, salió una semana antes de su difusión por youtube. Eso quiere decir que Sacha, sin ningún problema, entraba y salía de Vizcatán y el Vraem donde hay 8 mil soldados de las FFAA y un número indeterminado de policías. Aparte de agentes de inteligencia e informantes. Militares y policías que, entre octubre y diciembre de 2017, abatieron a dos miembros de base y capturar a tres adolescentes de «José» que los hicieron pasar como «mandos».

Por último, según la Dincote, días antes de las emboscadas en Anco, Churcampa, Huancavelica, el 7 de junio y el hostigamiento en Libertad, Junín, el 11, interceptaron en un audio de «José» anunciando nuevos ataques a policías y militares. Obviamente, es difícil creer que ese audio no lo haya sacado Sacha pues coincide con difusión de un vídeo donde éste aparece desde la selva de Vizcatán «mostrando» la realidad de la zona y diciendo que el «Militarizado Partido Comunista…» es diferente al «sendero luminoso de Gonzalo».

Hasta aquí el plan de inteligencia con Sacha a la cabeza le permitió a «José» reaparecer no solo más «rojo», por las banderas con hoz y el martillo que relucen en los vídeos sino «nombrando» a Sacha como representante «andino» del Frente Revolucionario Unido que solo existe el papel y su cabeza. O, aunque sea un menjunque abstruso, mostrando que tiene «discurso ideológico y político».

¿Acaso «José» no se entero que Sacha (seudo o falso en el Alto Huallaga) es parte de un plan de inteligencia que fue utilizado por un congresista fujimorista para sostener la existencia de una» alianza» con el etnocacerismo de Antauro Humala? ¿Acaso no se dio cuenta que Sacha, a través de un largo e impreciso comunicado (le llama «José Quispe Palomino»), ha reconocido sus reuniones y «acuerdos» con Aspret sin que haya sido, hasta el momento, denunciado y detenido por la Dincote ni denunciado por los fujimoristas que «terruquean» a todos sus enemigos para descalificarlos y exigir la máxima penas por colaboración con el «terrorismo» o «narcoterrorismo»?

Es en los marcos de ese plan de inteligencia con Sacha a la cabeza, incluyendo la apertura de una cuenta en el Facebook del «Militarizado Partido Comunista del Perú, las fotos de adolescentes y niños portando fusiles Galil y las siglas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Perú (FARP), que hay que analizar las narcoemboscadas que dejó 4 policías muertos y 6 militares heridos que han sido presentados como un «nuevo Sendero» y una «nueva estrategia» de «crecimiento» de la organización armada de los hermanos Quispe Palomino.

Nada de eso es real. Ni existe tal «rebrote» de «sendero», ni un «nuevo sendero», ni una «nueva estrategia» de «crecimiento» del clan Quispe Palomino. Esta narco-organización sigue operando en el norte del Vraem y el eje Huanta-Churcampa desde hace años. La narcoemboscada en Tucuccasa, el 6 de setiembre de 2017, a una unidad policial que dejo tres policías es una muestra de ello Ni han crecido sino que han presentado a niños convertidos en adolescentes armados con Galil.

Lo que si hubo es un plan de inteligencia con Sacha y un grupo de sus hombres para capturar a «José» que le ha dado tiempo (algo más de medio año) para recuperarse de los golpes de fines de 2017 y ha utilizado para presentar vídeos y «nuevas» siglas («Militarizado Partido…», FARP y un discurso «político e ideológico») que no representan cambios sustanciales de lo que son: una estructura armada del narcotráfico, el principal problema del país. En todo caso se trata de un «nuevo sendero» o «rebrote terrorista» modo Sacha.