La sentencia judicial que apagó el «Buen Humor» de Julián Incaroca
miércoles, 13 enero, 2016El ex alcalde del distrito de San Sebastián, y ex candidato al Gobierno Regional del Cusco, Julián Incaroca, fue hoy sentenciado a 9 años de pena privativa de la libertad, efectiva, por la comisión del delito de lavado de activos y abuso de autoridad.
El Juzgado Colegiado del Cusco, presidido por el magistrado Miguel Angel Castelo Andía, encontró responsable a Incaroca y su madre, Juliana Copayba Ninancuro, quien de igual forma fue sentenciada a 8 años de pena privativa de la libertad efectiva.
La ex autoridad local sebastiana no concurrió a la audiencia judicial de lectura de sentencia. Parece que la ex autoridad sabía, o por lo menos imaginaba, una sentencia condenatoria en su contra, de allí que decidió huir de la justicia y desde la clandestinidad buscará revocar la sentencia condenatoria en el órgano jurisdiccional superior.
Lo último que posteó Incaroca en su cuenta en el Facebook es una frase religiosa, escrita horas antes de la sentencia: «Que el día de hoy Dios te llene de bendiciones y te guarde de todo mal».
Y en los últimos meses, muchas de las publicaciones que hacía la ex autoridad local buscaban encomendarse al Señor y clamar por los mas necesitados, como si ya preveía su suerte en los fueros judiciales.
Pero hay algo que siempre decía, cada vez que escribía, «buen humor», esa era la frase con la que sellaba cada uno de sus escritos o infografías que compartía. Seguramente, ese buen humor que exclamaba, se apagó con esta sentencia judicial que ordena su encarcelamiento, al igual que de su madre, cuestionada por no haber podido comprar un terreno en pleno centro de San Sebastián y una camioneta 4×4, con los ingresos que percibía como vendedora de verduras en el mercado sebastiano.
Ambos sentenciados, adquirieron una camioneta y un inmueble valorizados en 100 mil soles el 2012, monto que no pudo ser demostrado en las instancias judiciales, por lo que se dedujo que esa cantidad fue obtenida ilícitamente por el actuar público de la entonces autoridad municipal. Ambos bienes fueron incautados.
A través de las redes sociales, muchos expresan su felicidad por la sentencia condenatoria, otros reparos. Finalmente, actos ilícitos tienen que ser sentenciados por las autoridades judiciales, tomando en cuenta además el fuerte impacto que genera este tipo de decisiones en el entorno familiar del condenado.
Ahora, la Policía busca a don Julián, a no ser que decida entregarse a la justicia.