Antidemocrática pretensión
miércoles, 15 octubre, 2014¿La población electoral cusqueña tiene derecho a una tercera opción en esta segunda vuelta electoral regional? Sí tiene. Esa tercera posibilidad es el voto viciado, frente a dos candidatos regionales que, unidos, no han podido alcanzar un tercio de la preferencia electoral cusqueña en la primera vuelta electoral.
Pero en verdad ¿estamos preparados para viciar la segunda vuelta electoral regional? Creo que no. Por dos razones principales que expondré a continuación considero que la población cusqueña no podrá ni debería viciar la segunda vuelta, que tiene como candidatos finalistas a Benicio Ríos del APU y Edwin Licona de Kausachun Cusco.
En primer lugar, para viciar una elección regional en segunda vuelta electoral se requiere que la votación viciada supere los dos tercios del total de votos válidos. La propia ley electoral señala que si los votos nulos o en blanco, sumados, superan los dos tercios del total de votos válidos, se anula la elección.
Significa esto que para viciar la segunda vuelta electoral se requieren 572 mil 452 votos, que es el 66.66% del total de la población electoral cusqueña (858 mil 763 electores). En primera vuelta la votación nula y blanca llegó a un 18% del total de la votación emitida (720 mil 527 electores) y a un 22% del total de votos válidamente emitidos.
En consecuencia, si consideramos que para la segunda vuelta asistirán a votar el mismo número de personas que la primera vuelta electoral (720 mil 527 electores), se requieren 480 mil 303 votos para viciar la elección. Pero como la norma exige más de los dos tercios del total de votos válidos, se requieren alrededor de 290 mil votos para anular la segunda vuelta. A mi punto de vista, prácticamente imposible.
Y en segundo lugar, considero antidemocrática y atentatoria la pretensión de querer viciar la segunda vuelta electoral regional. Nos guste o no, los dos candidatos que pasaron a esta etapa electoral responden a la decisión de las mayorías y los cusqueños decidimos que ambos tengan esta gran opción de llegar al sillón regional.
“Patear el tablero” no va de la mano con el sistema democrático en el que vivimos, más aún si democracia es «una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes» (Wikipedia).
A estas alturas del partido no conviene hacerle juego a quienes perdieron las elecciones. Es obvio que los derrotados cuestionarán a los finalistas, los calificarán de corruptos y hasta señalarán que no tienen representación. De igual forma insistirán para que la población apueste por viciar la segunda vuelta electoral a fin de inscribirse en un nuevo proceso de elección.
Actuemos con responsabilidad. Viciar nuestro voto es un derecho legítimo que tenemos los ciudadanos, pero de allí a querer boicotear esta segunda vuelta electoral, de ninguna manera. Seamos valientes en reconocer que perdieron nuestros candidatos y elijamos a uno de los dos que continúan en carrera. Solo así sabremos fortalecer el sistema democrático nacional y cusqueño.
Carlos Carrillo Berveño