A los maestros del Perú los moviliza la necesidad y la dignidad
jueves, 17 agosto, 2017La periodista Mavila Huertas es tan necia que insiste e insiste en creerle toda la cantaleta al ministro del Interior Carlos Basombrío y repetir una y otra vez en televisión nacional que los maestros y dirigentes en huelga son parte de organizaciones terroristas, aludiendo que la huelga que se inició en Cusco no pudo generar la protesta a nivel nacional y que grupos terroristas se aprovecharon de la situación para que el país entero esté paralizado en la educación pública.
Lo que desconoce ella y muchos de los coleguitas limeños, es que los maestros sí despertaron de su letargo gracias a los maestros del Cusco, que cansados del abuso, de la vulneración de sus derechos salieron con energía, entereza, vigor y decencia a exigir sus derechos, ellos contagiaron al resto de regiones y los maestros del Perú salieron no por que unos supuestos “terroristas los manipulan” sino porque tienen un denominador común y son las inmensas necesidades que los agobian, salarios miserables que no cubren la canasta familiar, derechos como la deuda social sometidos a costosos y largos procesos judiciales, evaluaciones manejadas y manoseadas políticamente por cada gobierno de turno, dificultades geográficas que el maestro del Perú tiene que surcar para poder llegar a sus centros educativos (costa, sierra y selva) sin que al Estado le interese saber cuánto le cuesta desplazarse a los lugares más recónditos del país…
Y así las necesidades de los maestros podrían ser innumerables, en los últimos años las cifras del crecimiento económico del país fueron alentadoras, hubo plata y canon de las actividades extractivas, sin embargo los gobiernos se olvidaron de la inversión más importante que es la educación y los maestros.
Se convirtieron en una especie de discriminados, de profesionales que tenían que ser testigos cómo el presupuesto público se iba incrementando a los militares, policías, médicos, burócratas; mientras que los educadores seguían con 1100 Soles.
Esta es la principal motivación que hace que un maestro y maestra esté en las calles sacrificando su propia integridad, porque ya no pueden seguir siendo pisoteados por los gobiernos que a toda costa pretenden mantener una educación mediocre, un profesor famélico y que vergonzosamente este gobierno no incrementa, por lo menos, al 4% del PBI al sector Educación.
Escribe: Yessica Rosario Bazalar Sequeiros, periodista de Cusco En Portada