Dando Vida a la Unidad

lunes, 29 mayo, 2017

Dando Vida a la Unidad

En tiempos en los que el Cusco se encuentra sumido en profunda crisis de gobernabilidad por la corrupción que involucra a diferentes gestiones regionales envueltas de podredumbre (por lo que hablar de desarrollo regional es hablar de fantasmas), y con la carencia de liderazgos políticos para generar consensos, es momento de analizar la situación política a la que asistimos.

La razón de ser de la unidad nos conduce a avizorar el escenario donde si persistimos en la desunión seremos presa fácil del Gobierno Central. Incidir en las diferencias es inútil. La historia de las luchas triunfantes nos ha señalado que sin la unidad estamos condenados a ser burlados una y mil veces. Dejar el ego y apostar por un esfuerzo colectivo de pensar juntos y acordar civilizadamente el futuro de la región, es la única salida.

La división de la FDTC, otrora convocante a espacios de unidad amplios, constata el hecho de la falta de reconciliación de sus facciones, donde prima más bien la competencia a la hora de medir fuerzas en las medidas de lucha que se darán el 30 y 31 de mayo (ojo que esto ya ocurrió en la Movilización Contra la Corrupción). En consecuencia, la unidad a través de estas facciones se ve claramente imposibilitada. Esto exige la necesidad de impulsar desde el espacio ciudadano el llamado a fortalecer la mesa de unidad de todos los actores sociales y políticos, incluyendo a las autoridades, con la conducción y liderazgo del sector popular.

Es propicio entender que ahora no es momento de seguir agudizando las polarizaciones por la diferencia de análisis y propuestas que cada sector o vecino tiene; corresponde más bien afirmarnos en la voluntad de concurrir a un encuentro por la unidad, donde prime el respeto, el debate con argumentos, actitud para arribar a consensos y la consecuencia de respetar los acuerdos, trabajando juntos, aunque con pensamientos diferentes por el desarrollo de nuestra región.
La concreción y materialización de la unidad exige identificar elementos esenciales de unidad, que nos conduzcan a objetivos comunes. Consideramos entre ellos:
Primero, la apuesta por la transparencia y la firme convicción de cerrarle el paso a la corrupción de hechos e intenciones. Segundo, el deslinde con concesionarios privados mafiosos como Kuntur Wasi que pretende ganarse la tinka sin haber comprado boleto. Tercero, necesidad de impulsar el Nuevo Aeropuerto como obra pública con participación regional. Cuarto, la planificación urbano-económica, socio-cultural y agraria-ecológica en la zona de Chinchero. Quinto, renuncia al uso de portátiles y presiones mediáticas y políticas, para garantizar un debate libre y amplio.
Finalmente, toca mirarnos en el espejo: ¿cuánto de nuestra vida la dedicamos al Cusco y al país? Ocupémonos de nuestros errores y comprometámonos con nuestros deberes y responsabilidades que están a nuestro alcance. No hagamos de la indignación razón para dividirnos, sino necesidad para corregirnos. No exigimos lo perfecto sino lo correcto, porque eso nos ha demostrado que puede sacar adelante a un país. Nuestra apuesta por la verdad tiene que sobreponerse en estos momentos donde el futuro parece que se nos escapa de las manos.

Escribe: Daniel Carbajal Huancahuire

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