Morir con dignidad, a propósito de la orden de liberación del delincuente Alberto Fujimori
martes, 22 marzo, 2022Avalando la liberación del exdictador Alberto Fujimori, la presidenta del Poder Judicial declaró hace poco que todas las personas teníamos derecho a morir con dignidad. Seguramente, entonces, los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle La Cantuta, secuestrados, torturados, fusilados e incinerados por los miembros del grupo Colina, el 18 de julio de 1992 , tuvieron una muerte digna.
Y también los 15 vendedores ambulantes reunidos en un solar de Barrios Altos en Lima, puestos contra la pared y fusilados por el mismo grupo Colina, el 3 de noviembre de 1991 tuvieron una muerte digna.
Igualmente habrá tenido una muerte digna el niño de 8 años de edad, victimado a balazos en ese mismo lugar, cuando se lanzó al pecho de su padre, en un vano esfuerzo por impedir que lo mataran.
Y el dirigente sindical Pedro Huillca, victimado por el mismo grupo paramilitar, también tuvo una muerte digna, de acuerdo al elevado entendimiento de la presidenta del Poder Judicial.
Tendremos que recurrir a las mayores expresiones de las ciencias y las humanidades para comprender lo que significa morir con dignidad.