Pobladores de Espinar conviven con metales en su cuerpo y no hay responsables
viernes, 30 octubre, 2015En reunión con campesinos de las comunidades de Huisa y Alto Huancané en Espinar (Cusco), la congresista Verónika Mendoza recogió denuncias en torno a la grave situación de contaminación en esta zona donde opera la empresa minera Glencore Antapaccay.
“Es inaceptable, hace más de cinco años el Estado sabe que la gente en Espinar está afectada por contaminación, tiene metales pesados en su organismo, ha habido conflicto, muertos y hasta ahora el Estado dice que no sabe quién es el responsable”, denunció la legisladora cusqueña.
Los campesinos relataron la realidad crítica que viven, las enfermedades que sufren, la muerte de sus animales y reclamaron atención inmediata de su salud.
“Es indignante la indolencia del Estado con esta población. Demandamos acelerar el estudio que realiza OEFA y el Instituto Peruano de Energía Nuclear a fin de que se pueda determinar quién es el responsable de la contaminación y se proceda a indemnizar a los ciudadanos afectados”, declaró Mendoza.
“Es urgente atender la salud de la población de Espinar: hay decenas de personas que tienen metales pesados en su cuerpo según el propio Ministerio de Salud y pese a ello aún no hay un plan de atención especializado. Recién 3 años después del conflicto se está implementando un plan sobre el que aún no hay claridad, estaremos vigilantes para que esta vez la atención sea integral y se recojan los aprendizajes”, señaló.
«Nos volveremos a reunir con el Ministro de Salud, como lo acabamos de hacer con la Dirección de Salud Cusco y el Director del Hospital de Espinar, para ver cuál es el plan de atención, qué componentes tiene y qué plazos contempla», indicó Mendoza.
La congresista recibió, además, la denuncia de los campesinos de Huinipampa, comunidad ubicada cerca del tajo que construye Antapaccay. En la construcción se hacen voladuras que generan ruido y liberan polvo que se impregna en los pastos que comen los animales.
La empresa extrae agua con 8 bombas lo que, según denuncian los campesinos, ha generado que se seque el manante del cual obtenían agua. Ante esta situación, el 11 de setiembre realizaron un plantón en una vía cercana a las instalaciones mineras para que el gerente de la empresa accediera a atender sus reclamos.
La policía los golpeó y detuvieron a 4 personas, entre ellas una anciana y una madre de familia con su hija en brazos. Ahora se ha dispuesto prisión preventiva de 6 meses para 3 de ellos de manera absolutamente arbitraria.
«Estas personas simplemente ejercían su derecho a la libertad de expresión, su derecho de protesta porque sus fuentes de agua se están secando. Es absolutamente arbitrario que se haya dispuesto prisión preventiva. Hay entre ellos una madre de familia que tiene hijos pequeños en Espinar, ¿cómo pretender que haya peligro de fuga?, ¡es absurdo! Se está cometiendo un abuso. Exigimos justicia», señaló la congresista.