Cómo Será

Cómo será llegar a los 70 años de edad, y tener a la madre viva, rogando que su serenidad siga alumbrando el camino, abrazando su silencio y compartiendo sus pesares. Cómo será llegar a los 60 años de edad y tener a la madre viva, para hacer de ella cómplice de los recuerdos, remanso de sabiduría cuando se aproxima la noche.

Cómo será llegar a los 50 y tener a la madre viva, para contarle de los nietos que tienen su mirada en el color profundo de sus ojos. Cómo será llegar a los 40 y tener a la madre viva, para decirle que a pesar de otras flores que abren sus capullos en el jardín, ella es y será la más hermosa de las rosas.

Cómo será llegar a los 30 años de edad y tener a la madre viva, para hablarle de los proyectos, para decirle que la distancia no logrará jamás separar sus corazones. Cómo será llegar a los 20 y tener a la madre viva, para hablarle al oído de los nuevos amores encontrados en el remanso de la vida, para pedirle su bendición con las maletas listas.

Cómo será llegar a los 15 y tener a la madre viva, para contarle las travesuras del torbellino adolescente, de los primeros amores y de los sueños y las esperanzas. Cómo será, en fin, cómo será. Yo solamente puedo decir que sé cómo es llegar a los 11 años, retornar del colegio y encontrar a la madre quieta, dulce, serena, en medio de flores, dentro de un ataúd…

Escribe: Alberto García Campana