Deseo de PPK: que llegue el 28 de julio del 2021 para que respire profundo y diga, ¡al fin, todo se acabó!
martes, 22 agosto, 2017
Solamente un deseo: que los años pasen volando, que los meses se vayan de prisa, que los días tengan la duración de un relámpago, que las horas no existan, los minutos tampoco, y menos los segundos. Sin duda alguna, sin lugar a discusión, con absoluta seguridad, eso es todo lo que quiere el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Que llegue el 28 de julio del 2021 para que respire profundo y diga, ¡al fin, todo se acabó! Porque eso es lo que percibe el pueblo, eso es lo que transmite el ¿presidente? Hay la percepción que a don Pedro Pablo ya nada le interesa, nada le importa. Pareciera que se acomoda muy bien en su sillón de Palacio de Gobierno y repite, de manera incesante esta frase: en el Perú, los problemas se resuelven solos o no se resuelven.
Viaja al exterior porque hay que viajar, viaja al interior porque debe viajar. No tiene convicción ni firmeza en lo que dice. Cuestiona al gobierno venezolano porque los medios de comunicación le imponen ese discurso. Invita a Palacio de Gobierno a los dirigentes del Sutep y al día siguiente dice que él no hablará con los radicales. Extraviado, desorientado, PPK vive en la penumbra.
Cree que si enciende la luz va a ver a un fantasma rollizo, a una sombra que a cada instante amenaza con censurar a sus ministros. Finalmente, Pedro Pablo Kuczynski ha conseguido inscribir su nombre en la lista de presidentes del Perú. Ha alcanzado su sueño. Ahora, que los días, los meses y los años se vayan volando. Después de todo, él también tiene derecho al descanso.
Escribe: Alberto García