Dispendio

De manera subrepticia, entre gallos y medianoche, alguien retiró un ornamento de fierro que simulaba ser un puma, un perro, tal vez un jaguar o algo parecido que la gestión municipal de Wanchaq encabezada por Clodomiro Caparó había colocado en la berma central de la avenida de la Cultura, en Santa Ursula.

A ese armatoste ya había empezado a crecerle grass cuando el actual burgomaestre decidió sacarlo. Colocar ese ornamento y retirarlo costó dinero. ¿Y si mejor, en lugar de malgastar recursos en poner y sacar esos fierros se hubiera comprado un par de escobas para barrer las calles del distrito?

El alcalde de San Sebastián nos sorprende cada día con nuevos y conmovedores mensajes, algunos poéticos, que manda pintar en el muro de contención del sector de Santa Rosa. Entre latas de pintura y mano de obra, se van algunos los públicos.

¿Y si en lugar de escribir frases, borrarlas luego, volverlas a escribir y otra vez borrarlas, mejor compramos semillas de papa y las distribuimos entre los comuneros del distrito para que puedan tener mejores cosechas?

Parece que malgastar el dinero se ha convertido en la ocupación favorita de algunos alcaldes, y luego esas mismas autoridades se echan a llorar porque les recortan el presupuesto. En fin, ¡quién los entiende!

Alberto García Campana