Eternos candidatos
martes, 16 septiembre, 2014El que sigue la consigue, dice un dicho popular y algunos políticos sí que ponen en práctica este lema. Muchos electores nos preguntamos de aquellos considerados “eternos candidatos”. ¿Qué buscan? Que pretenden? Por qué insisten campaña tras campaña? Acaso una persona puede llegar a obsesionarse y alucinar con el cargo de acalde sin importarles haber postulado 3 y 4 veces?
Cuál es el límite razonable para que los ciudadanos no pensemos que aquellos “perseverantes” buscan en realidad saquear, enriquecerse, colocar a todos sus amigos, vecinos, allegados y hasta amantes en los diferentes cargos públicos?
Tuve la oportunidad de preguntarles a algunos de estos candidatos del por qué tanta persistencia. Carlos Moscoso, candidato a la Municipalidad Provincial del Cusco, postula por tercera vez a la comuna central. Aunque parezca increíble dijo textualmente lo siguiente: “estoy sanamente obsesionado con ser alcalde… Además dicen que a la tercera va la vencida”. Y si la población cusqueña le vuelve a dar la espalda? Le repliqué. “Si en esta ocasión no logro ser alcalde del Cusco, me convertiré entonces en un cadáver político” sentenció.
Otro de los persistentes es el candidato a la Municipalidad del San Sebastián Andmar Sicus. Él postula a esta comuna distrital por cuarta vez. Al ser consultado respondió que desde su primera vez, cuando tenía 28 años, siempre ocupó los primeros lugares, enfrentándose a figuras como Jorge Acurio y Julian Incaroca, con quienes perdió tras recibir los nacionalistas el espaldarazo de Ollanta Humala, quien esos años gozaba de la preferencia electoral.
Pero quien al parecer tiene su futuro político incierto es Macedo Rueda, otro eterno candidato a la Municipalidad Distrital de Wanchaq. A él también le preguntamos por qué insistía tantas veces pese a haber fracasado siempre en política. Rueda nos confesó que inicialmente pensaba retirarse de esta campaña por temas personales, pero volvió motivado por la salida de uno de los candidatos (David Mormontoy) y el escándalo que llegó incluso a medios nacionales catalogando a Willy Cúzmar del Castillo como “El Peor Padre”.
Cuando todos creían que el traspiés de sus contendores políticos le harían el camino fácil, todo hace indicar que Macedo Rueda terminará estas elecciones siendo ratificado como el eterno candidato wanchino.
Ojalá que esta persistencia, obsesión y perseverancia sea porque en realidad pretenden nuestros eternos candidatos atender los problemas de la población, mejorar la inseguridad ciudadana, tener limpias nuestras calles, defender nuestro patrimonio, ordenar y modernizar nuestro transporte público, mejorar nuestros mercados y parques; sin embargo la percepción de la mayoría es distinta y contraria a lo afirmado.
En el Cusco no tenemos mucha experiencia positiva con los eternos candidatos. Parece que cierta maldición los persigue porque las autoridades que hemos tenido, en su gran mayoría, fueron elegidas no a tanta insistencia, sino porque su mensaje caló en la población cusqueña, aunque nos hayamos equivocado en muchos de estos casos.
Este 5 de octubre sabremos si estos eternos candidatos suman un fracaso más en su extenso historial de derrotas electorales o al fin logran su sueño más anhelado de ser elegidos. Sino son elegidos, pues no les quedará otra opción que retirarse definitivamente. Si la población les da su confianza, se espera no defrauden y trabajen sin pretender recuperar todo lo invertido durante largos años.
Yessica R. Bazalar Sequeiros