La Convención, entre nostalgias y pesares

Por: Alberto García Campana

En estos momentos, la ciudad de Quillabamba debe estar sacudiéndose al paso gallardo de sus estudiantes, en su plaza mayor ha debido haberse escuchado el emblemático yunka ratarata mientras las faldas y camisas volaban al aire.

La provincia de La Convención cumple hoy lunes 25, 159 años de creación política, y sus pobladores deben haber hecho un alto en sus tareas de la chacra y del comercio, para celebrar este cumpleaños.

Y junto al festejo, viene la nostalgia, la inevitable vuelta de la memoria a los buenos tiempos, a los años en los que declararse convenciano representaba algo así como proclamar una solvencia económica que permitía celebrar los onomásticos durante una semana, contratando camiones llenos de cerveza, cantando, bailando y bebiendo sin pausa y sin medida. Y es que los precios elevados del café y del cacao permitían darse esos lujos.

Hoy, años después de esa bonanza, los convencianos han visto aparecer la broca y la roya que destruyen los cultivos, han asistido con lágrimas al exterminio de los platanales, han llorado al pie de los árboles secos de palta y de mango. Y allí donde antes había prosperidad, ahora hay desnutrición y tuberculosis; donde había fiesta ahora hay dolor y angustia.

Pero, quizás esta noche larga anuncie la llegada de un nuevo amanecer. Quizás tanto padecimiento llegue pronto a su fin y se enciendan de nuevo las luces para el festejo. Y mientras tanto, un saludo para los “upichus”, para los convencianos de cara pálida pero de inmensa nobleza y gran corazón.