Basta de seguir vendiendo «humo»

domingo, 11 enero, 2015

Basta de seguir vendiendo «humo»

Con profunda indignación veo a través de algunos medios de comunicación la férrea defensa y blindaje al ex alcalde del Cusco, Luis Florez García. Se trata de una protección que cínicamente linda con una especie de connivencia insoportable, al extremo que se empecinan en hacer creer que se trata de la máxima figura de la política cusqueña y que dejó su gestión con una valla inalcanzable.

Claro, de regidores como Boris Mujica puedo entender esta genuflexa defensa, pero de periodistas y algunos políticos no pues. ¿Alguien, en su sano juicio, podría creer que Florez terminó su gestión con un 85% de aprobación? Nadie. Aunque valgan verdades, creo que si hay un par de personas que sí creen que la ex autoridad terminó con esa supuesta preferencia: el encuestador de Carranza y el periodista que lo acompañó en su viajecito a la India.

A ellos y a quienes les siguen el juego, les digo: ¡basta de seguir vendiendo humo! Luis Florez tendrá la virtud de ser populista y carismático interesado, pero durante el tiempo que ha estado frente a la Municipalidad Provincial del Cusco –cerca de 6 años- ha sido incapaz de poner en marcha y ejecutar los principales proyectos de incumbencia provincial.

Me pregunto: ¿Solo porque tiene como obra principal el reasfalto de algunas calles de nuestra ciudad, se le tendría que catalogar como el mejor alcalde de la historia del Cusco? No pues. Luis Florez ha tenido la oportunidad de pasar a la historia con la ejecución y el liderazgo de grandes obras, viables con el presupuesto que tiene la municipalidad central (alrededor de 100 millones de soles), pero sencillamente no estuvo preparado o no fue competente.

Florez bien pudo haber trabajado en la descontaminación del río Huatanay, pero no lo ha hecho. Ha podido intervenir y remodelar los principales mercados del centro histórico, San Pedro y Qasqaparo, tampoco se ha atrevido. Ha podido construir para el Cusco un relleno sanitario y una planta de tratamiento de residuos sólidos, pero no le dio la gana de darle más impulso al proyecto que se quedó en proyecto.

Aunque parezca increíble, Cusco, con un presupuesto regional superior a dos mil 133 millones de nuevos soles durante el 2014, apenas cuenta con un botadero de basura en Jaquira. Se trata de un vertedero que se encuentra a tan solo 20 minutos de la Ciudad Imperial, constituyéndose en un serio problema para la población cusqueña, más aún si todos los desperdicios que produce el Cusco terminan depositándose sin tratamiento alguno, incluido desperdicios industriales y hospitalarios.

A este problema se suma otro de igual importancia: el rio Huatanay o la cloaca del Cusco. Pese a que el ex alcalde del Cusco se comprometió en campaña electoral a darle tratamiento, no lo hizo. El Huatanay sigue siendo la vergüenza de todos los cusqueños y el ex alcalde terminó su gestión dando vergüenza sin poder solucionar este problema de impostergable atención.

Luis Florez bien pudo haber resuelto el problema del transporte público y el caos vehicular en el centro de la ciudad. No fue capaz de lograrlo. El transporte público sigue siendo un verdadero dolor de cabeza y una de las principales fuentes de discriminación. No es posible que los ciudadanos que viven en la avenida de La Cultura, tengan a disposición alrededor de 20 empresas de transporte, y quienes habitan en los cerros apenas cuentan con dos. ¿Será que para el ex alcalde los de abajo tienen más derechos que los de arriba?

“Papa lindo” se enredó en su soberbia y terminó arrogante sin escuchar a quienes observaban su gestión. El alcalde de la “papa” pudo haberse consagrado como el férreo defensor de nuestro patrimonio, sin embargo fue el primero en traerse abajo la normatividad en materia de protección de nuestro legado cultural al colocar, entre gallos y medianoche, a un inca sin autorización del Ministerio de Cultura.

Florez, junto al titular del Ministerio de Cultura del Cusco, soterró los impresionantes hallazgos arqueológicos de la calle Mantas, sin escuchar la posición técnica del Colegio de Arqueólogos y gran parte de la población cusqueña que exigía la puesta en valor del descubrimiento en pleno centro histórico de nuestra ciudad.

El ex burgomaestre cusqueño pudo haber construido un moderno centro de convenciones para el Cusco, un nuevo teatro y otro espacio cultural destinado para nuestros músicos, poetas, escritores y artistas en general, pero tampoco lo ha hecho o mejor dicho fue incapaz de hacerlo. Por el contrario se tardó cerca de 3 años en reabrir el Teatro Municipal del Cusco tras incendiarse cuando apenas comenzaba su gestión el año 2011.

Para Florez no fue sustancial la lucha contra la inseguridad ciudadana, por el contrario descuidaba a su personal y los mandaba a trabajar sin protección cuando tenía que enfrentarse a  la delincuencia. En esa indolencia de la autoridad local, uno de sus trabajadores municipales murió acuchillado víctima del accionar delictivo.

Solo al final de su gestión se interesó en la adquisición de cámaras de video vigilancia, las que a la fecha se encuentran inoperativas. Las anteriores (22 en total) sencillamente no servían para nada, mejor dicho no registraban nada cuando más necesitábamos de ellas. Nunca llegaron a esclarecer los homicidios, asaltos y atentados de lesa cultura mas sonados, como los atentados a numerosas piedras incas, como la de doce ángulos y la muerte del joven barrista del Club Cienciano.

En consecuencia, Luis Florez pudo haber pasado a la historia si habría emprendido alguno de estos proyectos, pero no fue capaz de hacerlo. Por el contrario pasará a la historia por maltratar a los periodistas que observaban su gestión, por no dar la cara y huir de la prensa que reparaba sus desaciertos, por colocar un inca de manera inconsulta, por construir su vivienda familiar en La Molina-Lima cuando era alcalde, por soterrar los hallazgos de la calle Mantas, por desnaturalizar la real importancia de la medalla de la ciudad y de alcaldía al repartir indiscriminadamente con tal de congraciarse con los condecorados.

El popular “papa lindo” pasará a la historia por ser uno de los principales acusados de los malos manejos económicos del Cosituc. A la fecha, su situación jurídica es sumamente delicada debido a que pesa en su contra varias denuncias por actos de corrupción. Una de las acciones penales ya cuenta, incluso, con acusación fiscal y se pide 4 años de pena privativa de la libertad por la presunta sobrevaloración en la adquisición del inmueble del Cosituc. Dicho inmueble se adquirió con 4.5 millones de nuevos soles cuando Luis Florez era presidente de esta organización, siendo el precio real de 2.5 millones de soles según un peritaje.

Entonces, no insistan con seguir vendiendo humo y sorprender a la población al indicar que estamos frente al mejor alcalde de la historia cusqueña, cuando no fue capaz, siquiera, de cumplir sus ofrecimientos electorales. ¿Recordamos algunas de sus promesas? Claro que sí. Para ser elegido, el 2010, nos sorprendió a los cusqueños con el proyecto Kintu.

¿Qué es el proyecto Kintu? La revista Parlante entrevistó a fines del 2010 a la ex autoridad local y una de las preguntas fue la siguiente: ¿Qué temas ha priorizado en su plan de gobierno para los próximos cuatro años?Luis Florez respondió: “Hemos priorizado el proyecto vial Kintu para articular mejor la ciudad. La idea es conectar Poroy con Saylla u Oropesa a través de una pista para de esa forma evitar el ingreso de vehículos pesados a la ciudad. Esta vía rodearía la ciudad por el sector de Occopata, que pertenece a Paruro. Con ello podríamos generar nuevas habilitaciones urbanas, nuevos centros de esparcimiento, áreas públicas y recreativas, incluso áreas ecológicas. Cusco contaría con cuatro accesos o ramificaciones”.

También se comprometió a construir dos terminales terrestres, uno en el sur y otro en el norte. La misma revista recopila de esta forma este ofrecimiento: “Se construirían dos terminales, uno en el norte y otro en el sur. Este proyecto se financiará con el aporte de los gobiernos central, regional y local. Cuando se concluya el perfil sabremos el monto de la inversión”.

Luis Florez también ofreció una ciudad ordenada, pero el comercio ambulatorio le ganó la partida. Se comprometió a recuperar el centro histórico, sin embargo terminó afectando la intangibilidad de dicha zona protegida por la Unesco. Prometió gestionar una ciudad limpia y moderna, lamentablemente no estuvo capacitado para poner en práctica su anuncio de construir una planta de tratamiento de residuos sólidos.

Parlante también le preguntó muy oportunamente sobre temas ambientales antes que asuma la gestión municipal 2011-2014. Esto es lo que ofrecía a la población cusqueña: “Un proyecto de ejecución inmediata es la planta de tratamiento de residuos sólidos, poniendo énfasis en una correcta gestión de los mismos, desde el lugar de origen hasta su disposición final. Este proyecto se hará en los dos primeros años de gestión. Tenemos tres lugares (para reubicar Jaquira): Rayanllacta, Occoruro y Anta. Los técnicos definirán el lugar en función de las exigencias del manejo de los residuos sólidos. Esto obedecerá a los lineamientos del Plan de Gestión Ambiental de Residuos Sólidos (PIGARS). No sólo construiremos la planta de tratamiento de residuos sólidos, también se clausurará el botadero de Jaquira y se concluirá con el sellado definitivo del botadero de San Antonio”.

De igual forma se comprometió a implementar un plan de seguridad ciudadana interdistrital. No cumplió. Dijo que iba a planificar el crecimiento de la ciudad y reordenar el desarrollo urbano del Cusco. No cumplió. Ofreció renovar los autos tico para el servicio de taxi. No cumplió. Anunció la creación de un fondo de salvamento para el centro histórico. No cumplió. Advirtió que el 50% de la casa San Bernardo iba a ser destinada a la cultura. No cumplió. Señaló que iba a construir en la estación de San Pedro un gran Centro Cívico con zonas culturales, recreativas, áreas verdes y una avenida de la cusqueñidad. No cumplió.

Y no cumplió y no cumplió. Sin duda que hay más ofrecimientos incumplidos de la ex autoridad local cusqueña. Así, creo que nadie pretendería ser catalogado como el mejor alcalde de la historia cusqueña. Que haya hecho varias obras pequeñas, nadie se lo va a quitar, pero evidentemente tuvo la gran oportunidad de solucionar, por lo menos, uno de los grandes problemas de nuestra querida ciudad imperial del Cusco.

Carlos Carrillo Berveño.

 

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