¿Vale la pena correr el riesgo de una crisis ministerial por alguien que no vale la pena?
jueves, 14 septiembre, 2017
Decidieron incrementar el riesgo por alguien que no vale la pena, por alguien que solo demostró desprecio a los maestros cusqueños y del Perú en la reciente huelga indefinida del magisterio.
A mi juicio, no tiene sentido presentar una cuestión de confianza en favor de la peor ministra de este gabinete ministerial. Si no veamos las recientes encuestas que señalan que Martens es la ministra menos querida por la mayoría de la población peruana.
En consecuencia, ¿vale la pena correr el riesgo de una crisis ministerial por alguien que bien pudo haber sido despedida hace mucho tiempo, al haber demostrado incapacidad para resolver oportunamente la huelga magisterial? No vale la pena por una ministra que dialoga estando ella en el piso 12 y los profesores en el primer nivel.
No cabe la menor duda, entonces, que la cuestión de confianza anunciada por Fernando Zavala busca salvar el pellejo de Marilú Martens, cuando prerrogativas de esta naturaleza no deberían ser muy mal utilizadas por el Ejecutivo o empleadas en situaciones nada trascendentes, como es salvar la cabeza de Martens.
Postura fujimorista
Para el fujimorismo, qué mejor oportunidad para cobrar venganza y desatar una crisis ministerial. Pero ojo, dos crisis ministeriales, vale decir dos cuestiones de confianza no aprobadas por el Legislativo, terminarían facultando al Presidente de la República para disolver el Parlamento.
¿Conviene entonces al fujimorismo desatar una crisis ministerial? Si y no a la vez. Si le conviene porque el magisterio encontró en ellos un aliado interesado para defender su posición. Por lo tanto, provocar una crisis motivaría una eventual salida de Martens del Ministerio de Educación.
Y no le conviene porque terminarían en un peligroso harakiri en una eventual segunda cuestión de confianza. La norma constitucional prescribe que dos cuestiones de confianza rechazadas, desencadena en una disolución del Congreso, si así lo decide el Presidente de la República.
Por lo tanto, el fujimorismo aprovecha muy bien, pero interesadamente, proyectándose a las futuras elecciones presidenciales. Pero lo que no saben es que los maestros fácil no se dejan manipular. Todos recuerdan con facilidad única lo ocurrido en la nefasta década del fujimontesinismo con el gobierno criminal y dictatorial de Fujimori.
A esto se suma el doble discurso del jufimorismo, cuando se trata de discutir los temas de intereés nacional. Para muestra un botón: dijeron que los profesores deberían ingresar a la Comisión de Educación del Congreso, finalmente votaron en contra. Dijeron que iban a apoyar la construcción del aeropuerto internacional de Chinchero, el proyecto está a la fecha paralizado debido a las observaciones que hicieron.
En consecuencia, ni fujimorismo, ni Martens. Y si Martens sobrevive al voto de confianza, por dignidad tiene que irse al día siguiente y renunciar por haber demostrado incapacidad y poner en grave riesgo la estabilidad democrática del Consejo de Ministros.
Por: Carlos Carrillo Berveño
foto: Perú21