Contundente y categórica paralización en Cusco

Después de mucho tiempo hemos sido testigos de una contundente y categórica paralización contra el gobierno central, que a través del Poder Ejecutivo dictó el Decreto Legislativo 1198 que permite la suscripción de convenios de gestión cultural para que entidades privadas puedan administrar bienes inmuebles integrantes del patrimonio cultural.

En otros términos, el gobierno pretende entregar a privados la gestión y administración de nuestro patrimonio cultural, excepto aquellos declarados patrimonio de la humanidad, como es el caso de Machu Picchu; con la finalidad de investigar, conservar, restaurar, exhibir, difundir y/o poner en valor por un tiempo de 10 años.

La norma dictada por el Ejecutivo, gracias a la transferencia de facultades otorgada por el Congreso, excede de la facultad que tenía este poder del Estado para legislar, extraordinariamente, en materia administrativa, económica y financiera.

Es evidente que el Poder Legislativo no le dio la facultad para legislar en materia de gestión y administración del patrimonio cultural de la nación. Como tal, este cuestionado Decreto Legislativo es ilegal. También es inconstitucional porque el artículo 104 de nuestra Carta Magna prescribe, claramente, que la facultad de legislar no debe excederse de la materia específica otorgada.

Por esta razón, calificada incluso como una privatización del patrimonio cultural, la población cusqueña organizada decidió, en primer término, impulsar una gran movilización en rechazo a este Decreto Legislativo y ahora una paralización regional de 48 horas, que en su primer día fue enérgico y mayoritario.

Se trató de un paro seco, con suspensión de actividades públicas y privadas, en muchas instituciones; con actividades escolares suspendidas, bloqueo de vías y la movilización de miles de cusqueños en defensa de su patrimonio, que heredamos de nuestros antepasados para que los cusqueños lo administremos y visitemos las veces que nos de la gana, y no capitales privados que, de seguro, impondrán sus condiciones y hasta se atreverán a cobrar a los hijos de los incas por visitar nuestros monumentos.

Pese a que la ministra de Cultura se empecina en señalar que Cusco está excluido de los alcances del Decreto Legislativo 1198, publicando alrededor de 20 monumentos arqueológicos, a ella le decimos que en nuestra región existen más de 5 mil complejos prehispánicos.

Es tarea de su cartera poner en valor y administrar esos sitios. Ahora, sino se siente capaz de realizar esa función, entonces que espera, lárguese, y dé paso a otros profesionales que orgullosos invertirán más en cultura y apostarán por la defensa de nuestro patrimonio.

Señora ministra de Cultura, no haga que los cusqueños la odiemos mas, escuche a toda una población que le exige que no queremos seguir siendo avasallados por capitales privados. Queremos convivir junto a nuestro sitos arqueológicos sin que éstos sean entregados a manos privadas.

Renuncie a su pertinacia, dominada por grandes intereses económicos, y haga que se derogue ese nefasto decreto dictado por un gobierno sin legitimidad, con una aprobación presidencial que está a punto de llegar a un dígito y con serios cuestionamientos de corrupción.

Ministra Alvarez-Calderón, ¿bromeaba usted cuando dijo que la norma no era obligatoria? Sino es obligatoria, entonces que hace su gobierno dictando normas que no son obligatorias. Para su información, la obligatoriedad es la esencia de la ley para asegurar su cumplimiento y real vigencia.

Los cusqueños estaremos siempre con las antenas encendidas cuando se trata de defender nuestro patrimonio. No somos partidarios de la privatización, apostamos por la capacidad de los cusqueños que muy bien podemos administrar nuestros bienes.

Carlos Carrillo Berveño