La Lámpara de Diógenes

lunes, 27 noviembre, 2017

La Lámpara de Diógenes

Diógenes de Sinope ( 412 aC – 323 aC) fue un filósofo griego que vivió como un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una lámpara encendida, diciendo que buscaba hombres honestos.

Tal vez ha llegado el momento de pedir a Diógenes que vuelva a la vida, que recupere su lámpara y que vaya a Echarati, para buscar hombres honrados.
Alguna maldición ha caído sobre el pueblo de Echarati. El distrito en cuyo suelo se encuentra la reserva de gas natural más grande del país, ha hecho noticia, una vez más, por el comportamiento de sus autoridades.

Como está sucediendo desde hace muchas décadas atrás, quienes ganan las elecciones municipales en Echarati, terminan en la cárcel o en la clandestinidad, perseguidos por la justicia.
Algo deben tener las arcas de la Municipalidad de Echarati que atraen, irremediablemente, las manos de sus autoridades. Es casi como un imán. Quienes entran a gobernar el distrito, acaban engordando sus bolsillos, de manera ilícita.

Echarati tiene un impresionante palacio municipal, una piscina moderna, pero a la vuelta de la esquina juegan niños con anemia y en harapos, algunos caminos más allá deambulan hombres y mujeres con tuberculosis. Y las autoridades les roban a ellos no solo su salud y su vida, sino también su esperanza.

Para las elecciones de octubre del próximo año, tendremos que pedir a Diógenes que deje su sepulcro, que encienda su lámpara y con ella busque, a plena luz del día, a alguna persona honrada que pueda gobernar Echarati. FIN

Por Alberto García Campana

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